martes, 31 de marzo de 2009

Afganistán.

Desde que me fui de viaje a Marruecos he soñado muchas veces con países árabes, eran sueños normales, pero el lugar en que me encontraba estaba lleno de musulmanes.

El sueño de esta noche era distinto, supongo que por que el otro día me enteré de que ya habían ido turistas a Afganistán. Soñé que estaba allí.

Primero estaba en un hotel árabe muy lujoso y en él conocía a unos niños que me invitaban a ver su pueblo. Iban vestidos con túnicas azules y eran muy pequeños (7 años mas o menos). Me decían que teníamos que darnos prisa, porque había toque de queda.

Andábamos por lugares preciosos y nos encontrábamos una montaña que había que cruzar para llegar a su pueblo, los niños iban atados de una cuerda y andaban en fila. Cuando llegábamos a la cumbre sonó una campana y los niños se ponían a correr. Era el toque de queda. Sólo unos pocos bajaban de la montaña a tiempo, la cuerda era como la mecha de una bomba de dibujos animados que empezaba a arder e iba matando a los niños que no habían conseguido bajar de la montaña, separándolos de los que sí.

Llegábamos a su pueblo, y nos metíamos corriendo a una cafetería. La sensación que sentía era como si ya hubiera pasado un tiempo.

Luego, imágenes sueltas (típico en los sueños), iba andando por la calle y habían un montón de militares disparando a la gente, pero no disparaban a los turistas, así que yo me salvaba. También una imagen de yo durmiendo con uno de los niños y abrazándole como si fuera mi hijo. Yo en la cafetería con un burca, un niño en la calle con un burca... como si entre cada una de estas imágenes hubiera pasado mucho tiempo, como si se estuviera relatando una historia.

Ha sido un sueño digno de escribir aquí, llevaba mucho sin contar un sueño ya hora tengo un montón pendientes, tengo que seleccionar los mejores.

jueves, 26 de marzo de 2009

No al realismo.

Hoy ha sido un día muy intenso. Tanto, que ahora ya no puedo dormir.

He ido a clase y me he reído a carcajadas, como hace mucho tiempo no lo hacia sin ayuda del alcohol.

He terminado de leer Tokio Blues de Haruki Murakami. Me pirra la literatura japonesa contemporánea. Tienen esa forma tan sentimental y contenida a la vez de escribir que aún no he encontrado en ninguna novela occidental, eso no significa que sea buena pues yo no leo lo suficiente como para tener criterio.

He sido consciente de lo enormemente enamorada que estoy y de lo feliz que esto me hace.

He reflexionado una vez más sobre el sufrimiento.

He mantenido una conversación que me ha conmovido y ha removido mis entrañas.

Y de repente me he sorprendido a mi misma en un estado total de ensueño. Hace mucho tiempo que empecé a ser muy realista y consciente. Eso se puede decir que es hacerse mayor, pero no me gusta.

Y ahora son casi las 3 de la mañana y no puedo dormir por todos estos pensamientos. Es como si a día de hoy tuviera que tomar una decisión sobre qué actitud tener hacia la vida el resto de mi existencia. Es como si fuera mi última oportunidad y si no tomara hoy la decisión, mañana se me olvidara todo y volviera a ser la persona realista y adulta en la que me estoy convirtiendo. Últimamente a penas reflexiono, es por eso.


Si, estoy Nordic Mistic.

martes, 24 de marzo de 2009

Sueño lúcido.

Obviamente, esta película me gusta mucho.

Drama.

El insomnio (o el cambio de horarios) ha vuelto a mi vida, ese querido enemigo...

Como ya sabréis los que leéis esto, últimamente tengo muchas pesadillas. Empiezo a temer el momento de conciliar el sueño y casi prefiero pasarme las noches en vela leyendo Maitena (mi pasatiempo casposo preferido) que dormir y despertarme aterrada.

Anoche después de mucho esfuerzo y relajación conseguí dormir y al rato me desperté con sed. De repente oí unas voces que venían de la calle, al principio me asusté y en ese estado de alerta y el silencio de mi hogar conseguí averiguar qué eran.

Era la voz de un hombre llorando a gritos. Era imposible adivinar qué decía, así que pensé que igual pedía ayuda. Subí la persiana, miré por la ventana y la voz dejó de sonar.

Me metí en la cama y volví a oírlo, sus sollozos eran tan desesperados que no pude evitar imaginar miles de situaciones dramáticas, tanto que alguna lagrimilla se me escapó.

Me desvelé terriblemente después de eso. Estuve horas reflexionado sobre lo inevitable que es sufrir en la vida y lo poco preparada que estoy para ello. Debería hacerme a la idea.

viernes, 20 de marzo de 2009

Fantasmas (bis)

He tenido la pesadilla mas terrible de mi vida y ha sido tan real, que todavía me da miedo acordarme de ella.

Estaba con mi prima y me llevaba a una fiesta en una casa de la playa, que resultaba ser la casa de mis abuelos. Nos dormíamos, yo me despertaba y mi prima y la gente se habían ido. Me levantaba y estaban mis abuelos y mis padres, al verlos iba corriendo a la habitación para recogerla rápidamente.

Pero no encontraba el camino, me metía por una puerta de cristal, a una parte de la casa en la que la música sonaba muy alto. De repente sentía cómo algo me tiraba del pelo y yo, asustada, corría. Por el camino veía varias habitaciones, en una había un altar dedicado a mi difunta prima y en la otra estaba ella en la cama. Debajo de la cama se veía un cuerpo huesudo que se convulsionaba y gritaba: era mi difunta tía.

Yo seguía corriendo y me encontraba con mi padre al cual me abrazaba llorando y le contaba todo lo que había visto. Me decía que en esa parte de la casa no se podía entrar, mientras estábamos abrazados yo veía a mi difunta abuela moviendo una cortina y riéndose. En una televisión aparecían imágenes de cuerpos deformes y mutilados.

Fue horrible, casi todos los seres queridos que he perdido en un mismo sueño, era muy siniestro.

martes, 17 de marzo de 2009

Skins

Empiezo a pensar que tengo algún tipo de obsesión con las razas. Me explico.

Un día soñé que era negra, me despertaba y me había convertido en una adorable negrita regordita y con el pelo a lo afro. Mi vida era feliz gracias a ello, al día siguiente me despertaba habiéndome convertido en blanca de nuevo y me deprimía.

Al tiempo volví a soñar que me convertía en negra, pero esta vez era una de estas altas y buenorras. Era genial la sensación de ir andando y ver mis brazos y piernas color tostado.

También hay que tener en cuenta el sueño de los chinos meones.

Bueno, pues anoche soñé que era un chino, remarco, chino chico. Yo estaba en un colegio gigante, de estos de las pelis americanas. De repente empezaban a perseguirme unos skins y yo corría y corría, me subía a un todo terreno , conseguía escapar y cuando bajaba del coche, los skins aparecían de nuevo. Trepaba paredes, saltaba por ventanas y siempre volvían a aparecer diciendo "hasta que no te defiendas no te vamos a dejar en paz".