Mercedes.

La idea de escribir mis sueños me viene de lejos, cuando mi mejor amiga era mi vecina de abajo. Su madre era una de esas personas que dicen ser videntes, mi vecina y su hermana también, aunque no basaban su vida en ello...es normal que teniendo una madre así esas cosas te influyan.

En la época que la conocí decía estar de retiro por una mala pasada, había sido guía espiritual de una mujer que se acabó suicidando. Pasaba todo el tiempo en su casa. Por lo visto ella nunca cobraba por sus servicios, pues decía que el don que tenía no debía usarse para lucro, lo que no quita que en algún momento de su vida lo hiciera (trabajó también en gabinetes de astrología de estos telefónicos).

La conocí cuando me mudé a mi actual casa, a los 11 años y ella subió para conocernos. Conoció a mi abuela, que estaba sorda, en cuanto se lo dijimos la miró fijamente y la tocó la sien. Dijo algo así como "se nota, tiene la zona muy dura". Y todos nosotros pensamos "menuda loca". Me contó que tenía una hija de mi edad y que si quería conocerla. Así nos hicimos amigas.

Yo pasaba casi todo el tiempo en su casa, así que se puede decir que en esa época, aquella era casi más mi familia que la mía propia. Pude conocer a fondo a una persona de esas características y vi cosas, cuanto menos curiosas. Entonces, como es normal, todo me interesaba, a demás pasaba la mayoría del tiempo en mi casa leyendo comics y dibujando tonterías, todo lo ajeno a mi casa me parecía alucinante. La verdad es que tuve mucha suerte. Esas cosas no le pasan a todo el mundo. Como era tan impresionable, todo lo que hacia me parecía apasionante, me sugestioné muchísimo hasta el punto de estar totalmente intimidada por ella, temiendo pensar cosas impropias por si me leía la mente.

Así que esta mujer siempre se apuntaba sus sueños, imagino que para poder analizarlos y ver alguna premonición en ellos...eso se me quedó grabado. Siempre he querido hacerlo, pero nunca me había dado por ello hasta ahora, que tengo miles de sueños y todos muy reales. Me parecían tan interesantes (mucho mas que mi vida de verdad) que tenía que hacer algo con ellos. Algún día cogeré todo este archivo surrealista y lo utilizaré para mis comics, eso seguro.

Hasta entonces seguiré intentando mantener este blog aunque sea para que las cuatro personas que os pasáis podáis saber qué me pasa por las noches.

Ella se llama Mercedes, hace muchos años que se mudó a Toledo y lo último que sé de ella es que la policía vino a su antigua casa buscándola. Qué curiosidad.