Sueño mucho con viajar. Desde siempre. Las típicas páginas de interpretación de los sueños dicen que si sueñas con viajes es que quieres dar un cambio radical en tu vida, cosa que para mí no es una novedad, pero justo ahora estoy muy bien como estoy, la verdad.
Anoche soñé que hacia el camino de Santiago, pero lo hacia como obligada y con prisa porque era mi cumpleaños y quería ir a celebrarlo con mis conocidos. En el sueño no aparecía ni una sola persona a quien conociese. Iba por un sendero y aparecían unos lobos feroces, uno de mis compañeros de camino sacaba un machete y mataba a uno. Mi reacción fue sacar yo también un machete y ponerme a matar lobos. Éramos como los protectores de los demás.
Llegábamos a una ciudad y yo iba a una oficina de venta de billetes y me decía la mujer de la ventanilla que no podía viajar a Madrid ese mismo día.
Del resto de sueño no me acuerdo muy bien, sólo tengo imágenes de un hotel y datos extraños como la presencia de una chica que me caía muy mal y una máquina a la que me tenía que tirar (como en la última peli de los Cohen, que no me acuerdo como se llama).
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